A causa de una mala traducción de tax haven (refugio fiscal) se habla a menudo de paraísos fiscales (tax heaven). En cambio, no es tan habitual hablar de su contraparte: el infierno fiscal.
Un infierno fiscal es un país que grava cualquier actividad y transacción económica. Se tasa el dinero cuando cambia de manos y, cuando permanece quieto, también.
Hay cosas que se mantienen por costumbre, porque «siempre ha sido así». Hábitos, tradiciones. Si no hubiésemos evolucionado cultural y tecnológicamente, seguiríamos viviendo en cuevas o viajando en carros. El país de residencia es parecido, porque forman parte de nuestra zona de confort. No es que formen parte de lo que nos gusta, sino de lo que ya reconocemos como familiar. El tráfico por la mañana antes del trabajo forma parte de nuestra zona de confort. Un jefe que nos habla mal forma también parte de nuestra zona de confort. Es molesto, irritante, deprimente, pero forma parte del espacio conocido. Total, siempre estuvieron ahí. Lo mismo ocurre con residir en un infierno fiscal.
En base a su tradición liberal y a su necesidad de atraer inmigración para dar respuesta a su crecimiento económico, Paraguay incentiva vivamente la inmigración. Por estos motivos:
1. Paraguay es el único país de Sudamérica con tasación territorial.
Es decir, no grava los ingresos que proceden de fuera de sus fronteras.
Quienes adoptan la residencia permanente no pagan ningún impuesto sobre rentas procedentes del extranjero, lo cual es ideal para, por ejemplo:
- Pensionistas, que reciben su pensión completamente libre de impuestos.
- Pero también se trata de algo que cada vez atrae a más profesionales desde que, como consecuencia de los eventos de los últimos años, se ha popularizado el smartworking. Si algo se ha comprobado es lo fácil que supone trabajar, cuando la empresa y el trabajador quieren, desde cualquier lugar del mundo.
- Como último ejemplo, si alguien posee un apartamento en Europa, lo alquila y disfruta de esos ingresos en Paraguay, no sólo se beneficia de un coste de la vida mucho más económico, sino que además no necesitará pagar por este ingreso la Estado paraguayo.
2. Los trámites para gestionar la residencia permanente son rápidos y sencillos.
Los requisitos son mínimos y más que razonables.
Para la residencia permanente sólo se requerirá que el interesado aporte:
- Certificado de nacimiento
- Estado civil
- Certificado de penales
- Documentación y certificado sobre la pensión (en caso de ser pensionista).
No sólo eso, sino que además el país es consciente de que, para sostener el desarrollo que ha vivido en la última década, necesita de la experiencia de profesionales en todos los sectores. Es por eso que no es necesaria la validación local del propio título académico, sino que este título es directamente aceptado.
Desde Living In Paraguay, ayudamos constantemente tanto a personas físicas como jurídicas. En los últimos meses del 2021 y los primeros de 2022 hemos experimentado centenares de solicitudes por parte de quienes quieren escapar de condiciones que, comprensiblemente, les resultan adversas. Al mismo tiempo, también observamos cómo Paraguay bate records en el número de empresas que inician su andadura en este entorno porque lo consideran idóneo para sus iniciativas.
Así pues, con todas estas facilidades, ¿por qué vivir en el Infierno cuando se puede vivir en el Paraíso?