Vivir en Paraguay es bueno para el alma.
En un entorno multicultural como Asunción, sin los problemas de grandes metrópolis como Nueva York. Expatriados que han ido allí para trabajar en la división local de su empresa multinacional, pensionistas que aprovechan las ventajas fiscales, profesionales que trabajan online, aventureros de paso en busca de satisfacer su wanderlust, las posibilidades para enriquecerse personalmente conociendo toda suerte de seres humanos en Asunción son infinitas.
Se estima que un 6% de la población de Paraguay es extranjera y se concentra en las zonas urbanas. Este porcentaje crece año tras año, en paralelo al desarrollo económico y del PIB del país. Después de los procedentes de países vecinos, la mayoría de los extranjeros proceden de países asiáticos, como Japón, o europeos, como Alemania, todos con economías fuertes y que han atraído a sus habitantes a Paraguay por las múltiples ventajas fiscales, oportunidades de inversión y bienestar social de las que hace gala el país.
Si, aparte del espíritu, queremos cultivar la carrera, estos entornos son ideales para el networking: personas a las que difícilmente se podría tener acceso en Estados Unidos o en Europa se las puede encontrar en un ambiente mucho más relajado y compartiendo una experiencia común. Ejecutivos, inversores, mentores, socios potenciales, contactos en el interior de empresas interesantes…
Y, si en el futuro se desea regresar a la antigua carrera profesional o volver al país de origen (o trasladarse un tercero), no se pierden: siguen ahí. Se retorna, además, con una riqueza personal y profesional difícilmente obtenible de otra manera. No se pierde lo antiguo, sino que se gana lo nuevo mientras se conserva lo antiguo.
Es como abandonar una autopista saturada y tomar una vía secundaria mucho más relajada, disfrutar del viaje y, además, donde es probable que se llegue a destino, si no antes, sí con mucha más facilidad.
Algunos clientes nos han planteado que este temor se les pasó por la cabeza antes de decidirse a hacer una visita exploratoria para conocer Paraguay antes de trasladarse. ¿Y si luego no podían regresar a sus antiguas carreras? ¿Y si desaparecía mágicamente el país del que partían? Ellos mismos se deban cuenta, en el momento de contárnoslo, lo infundado de sus temores, y luego pudieron experimentarlo por su cuenta.
La experiencia internacional y multicultural es apreciada por las grandes empresas, porque revela que los candidatos pueden trasladarse con facilidad, que no son reacios al cambio (ideal para entornos modernos, donde constantemente es necesario modificar no necesariamente de ubicación, pero sí de estándares y protocolos) y que poseen independencia y valor para salir de su zona de confort. Quien ha vivido voluntariamente fuera de la Unión Europea es alguien que no se amilana ante las pequeñas dificultades. Si, además, es necesario escoger a alguien que sepa adaptarse a nuevos entornos, el empleado o socio con experiencia internacional, máxime si ésta ha sido por su cuenta y no amparado por una gran empresa, es siempre de valor.
Además, dispone de la residencia permanente en un país de Mercosur, con acceso sin visado a cualquier país de Latinoamérica, como Brasil, Chile, México, Uruguay, Colombia… por lo que, en igualdad de perfiles, resultará más elegibles y atractivos para una empresa local o para una empresa multinacional con proyectos en el continente.
Sin olvidar que contar con una experiencia única con la que distinguirse del resto de candidatos y con la que generar rapport con clientes.
Uno suele temer las decisiones que le obligan a cambiar su cotidianeidad porque la mente humana odia “perder”. Es cuando comprendemos que con el cambio no se pierde nada de que anteriormente conocemos y dominamos, sino que ganamos un nuevo entorno, sea una habilidad aprendida o un lugar al que nos trasladamos, mientras que los antiguos conocimientos y entornos siguen ahí, a nuestra disposición, para regresar llegado el caso, ocasional o definitivamente, pero siempre con la nueva experiencia añadida. En estos términos, si lo que odiamos es perder, lo que no podemos permitirnos nunca es perdernos todas las oportunidades que ofrece Paraguay y que, con la ayuda de Living in Paraguay, cada vez son más fáciles.