Experience of a LivingInParaguay.com customer: Victor G.L. from Madrid
Me piden desde LivinginParaguay.com que cuente mi experiencia sobre mi migración a este país. Y la verdad es que no sé por dónde empezar.
De joven, después de la mili, que por entonces era de las últimas quintas a las que les tocaron dos años, me fui como muchos otros españoles a Alemania. Estuve tres años en Landsberg am Lech. Al tercer año, volví y me casé. Por eso vivir en otro país no suponía ninguna novedad para mí.
En el año 2015 vivía en Madrid, por la zona de Chamberi. Mi mujer ya no estaba con nosotros desde hacía años. Nunca tuvimos hijos.
Me había jubilado desde hacía poco. Me pasaba el día matando el tiempo, que cuando uno está ocupado, se echa de menos, pero que es de lo peor de este mundo.
No me identificaba con otros jubilados, más mayores, y aunque no tengo nada en contra, no he jugado al dominó en mi vida.
Estaba cansado de estirar mi pensión: ¿por qué tenía que pagar impuestos por ella? ¿No se supone que vienen de los que ya pagué? En mi pueblo eso lo llaman pagar dos veces.
Hice mis cuentas, hablé con amigos.
Acabé por fijarme en Paraguay. No conocía a nadie aquí, pero tampoco conocía a nadie en Alemania y tampoco me fue nada mal. Cuando un país está creciendo, todo el mundo es bienvenido.
Era un país con un estilo de vida tranquilo y seguro.
De manera que contacté con unos consultores de LivinginParaguay.com Ellos podían encargarse de los papeleos, encontrarme una casa… y, encima, como en Paraguay no se pagan impuestos por la pensión española, al cambiar mi residencia iba dejar de recibirla recortada, como en España, para recibirla íntegra.
Si eso le sumas que la vida en Asunción es muchísimo más barata que en Madrid o en cualquier otra parte de España, apaga y vámonos.
Y eso hice, apagué y me vine.
A día de hoy llevo casi tres años en Asunción. He hecho amigos de distintas edades que me dan la vida. Tengo una ciudad pequeña y un gran país por explorar. Me pasan muchas cosas agradables que son novedosas, pero la que les interesa es que, por primera vez en mi vida, estoy ahorrando sin necesidad de renunciar a cualquier comodidad que se me antoje.
En estos momentos me encuentro tramitando mi pasaporte paraguayo, que usaré para viajar por Argentina, Chile y Brasil, que están aquí al lado.
Disfruto de un clima envidiable. Regreso a España siempre que me da la gana y me quedo allí el tiempo que quiero.
Alquilé mi casa de Madrid más que nada para no tenerla quieta y eso que tengo. Si con la pensión española, ya libre de impuestos, me daba para vivir mucho mejor que en España, con el alquiler de allí tengo de sobra para no privarme de ningún viaje, de ninguna comodidad y de ninguna experiencia.
He explorado Paraguay, he visitado un par de veces Uruguay y, de Argentina, por ahora sólo Buenos Aires.
Como fuera de casa casi todos los días, en restaurantes o en casa de amigos, paraguayos u otros españoles que han emprendido la misma aventura.
¿Quién me iba a decir a mí que todavía me quedaban tantas cosas por vivir?