¿Verdad que un camino se hace más largo cuando no nos es familiar? Porque no podemos prever ni la progresión ni por tanto la meta. Pues lo mismo ocurre con la burocracia.
Como a todo hijo de vecino, la burocracia puede resultarnos tediosa o difícilmente comprensible. No conozco a ningún niño que de mayor quiera rellenar formularios ni a ningún adulto que haga papeleos para divertirse. Además, cuando uno acude sin experiencia a cualquier administración pública del mundo, cualquier gestión puede darnos quebraderos de cabeza porque falta una copia, porque los trámites posteriores no son previsibles y no los tenemos en el “mapa de carreteras” mental, etc.
Ahora, cuando hablamos de Paraguay, la cosa cambia. Como todo el continente, el país se ha construido históricamente con la fusión entre la población autóctona y la migración. Por ello son oficiales tanto el castellano, de origen europeo, como el guaraní, una lengua indígena presente en otros tres países (Argentina, Bolivia y Brasil).
De ahí que los trámites migratorios sean más ágiles y sencillos que los de otras regiones del planeta. Los tiempos de espera son cortos, las gestiones en el momento se pueden en poco tiempo y, con la ayuda de Living in Paraguay, todavía más sencillos, porque nos encargamos de todos los pasos, ya los tenemos en nuestro “mapa de carreteras”, preparamos de antemano todos los procedimientos previstos y, una vez cumplidos los requisitos presenciales, nos encargamos de cualquier diligencia posterior, copias que entregar, etc, prevista o imprevista, sin necesidad de ocupar el tiempo de nuestro cliente.
Los requisitos del Estado paraguayo son sencillos y comprensibles, como por ejemplo confirmar con la oficina local de Interpol que no estamos siendo buscados internacionalmente ni se nos busca penalmente en otros países, o confirmar con la Tesorería de que poseemos la capacidad de mantenernos económicamente. Como es lógico, el país no desea acoger ni delincuentes en busca y captura ni personas que carecerán de unos medios mínimos de subsistencia.
Los funcionarios en las distintas etapas para tramitar la residencia permanente o la nacionalidad paraguaya se muestran siempre profesionales y agradables. Se siente su predisposición para ayudar en lo que esté en su mano y, por su puesto, cumplen a todos los niveles y de forma rigurosa con las medidas de seguridad y prevención para el Covid-19: mamparas de vidrio en los mostradores de atención, desinfección constante, acceso permitido sólo tras lavarse las manos y toma de temperatura, etc.
Por todo lo anterior, aunque ninguna diligencia burocrática sea divertida, entre las facilidades que ofrece Paraguay y la ayuda de LIP, las gestiones para acceder la residencia permanente o a la nacionalidad se vuelven mucho más amenas, seguras y ágiles de completar.